David Macià, Regional Sales Manager Eastern Iberia de Netskope

El actual modelo de transformación digital tiene como objetivo incrementar la competitividad y productividad de las empresas. Esto obliga a las organizaciones a cambiar la forma de realizar los procesos de negocio tradicionales para hacerlos más eficientes en todos sentidos.

La evolución digital ha impulsado el creciente uso de las aplicaciones y servicios en la nube, además de favorecer la movilidad tecnológica de los clientes de las empresas. Pero, además, por culpa de la COVID, el teletrabajo ha aumentado de forma espectacular.

Todo esto es la base de la actual transformación de la seguridad, inherentemente unida a la transformación digital, y que ha planteado un nuevo reto. La respuesta de la industria a este reto es SASE, un nuevo modelo de seguridad basado en la nube cuyo objetivo es proporcionar seguridad a la nueva realidad en la que vivimos y acometer el reto planteado por la transformación digital. Con SASE también es posible reducir costes y consolidar y simplificar la arquitectura de seguridad.

Mejorando la eficiencia de los procesos de negocio con SASE

En concreto, SASE ayuda a las organizaciones a reducir los costes de las redes WAN tradicionales en un 65%, ya que como en el caso de Netskope, con su red global NewEdge, los usuarios corporativos pueden acceder directamente, de forma segura y rápida, a los servicios y aplicaciones en la nube. Este mejor acceso, junto a las SD-WAN, permite que el enrutamiento del tráfico se simplifique, eliminando el retorno innecesario del tráfico, y reservando la WAN tradicional para la redundancia en los casos más críticos.

Además de facilitar el acceso a los servicios en la nube, SASE consolida y simplifica los controles y protecciones para la seguridad en un servicio de seguridad en la nube de un solo paso, frente a la pila de dispositivos de diferentes fabricantes anclados en el centro de datos. También alivia los costes para las empresas, pues permite evolucionar desde un modelo CAPEX, con una necesaria inversión inicial en HW, a un modelo OPEX, basado, como cualquier servicio SaaS, en gastos operativos recurrentes y predecibles.

Más flexibilidad para los empleados y las empresas

SASE también puede beneficiar a aquellas empresas que, tras la pandemia, decidan volver a sus oficinas. Así, aquellas compañías en las que muchos de sus empleados vuelvan a trabajar físicamente en las oficinas, verán cómo las grandes y apresuradas inversiones en el modelo tradicional de acceso centralizado a su centro de datos con VPNs quedarán inmediatamente obsoletas y desaprovechadas.

Las organizaciones que hayan resuelto modernizarse digitalmente para posibilitar el teletrabajo con un modelo SASE (aprovechando muchas de ellas la situación creada por la pandemia), que no conlleva el retorno del tráfico desde el hogar de los empleados a través de las casi obsoletas VPN, podrán abordar la vuelta de los empleados a la oficina con normalidad, disfrutando del mismo nivel de seguridad y velocidad que tenían en su casa al acceder a los servicios y aplicaciones en la nube.

Por último, SASE va a permitir que, tras abordar este proceso de evolución de la arquitectura de seguridad asociado a la transformación digital y a la nueva realidad en la que vivimos, las empresas puedan fortalecer su propio negocio, al conseguir reducir costes. Por otro lado, y gracias a la simplificación y consolidación de los controles de seguridad, conseguirán hacerla más flexible y moderna.